Sin darse cuenta, ni saber como, ni en que momento, vivió por un año con una bala en su cabeza una jóven mujer de Sierra Leona, África.

Transcurrido un año su rostro se inflama, sufriendo de fiebre y dolor de cabeza; con urgencia la llevaron al hospital mas cercano, las radiografías manifestaron la razón; una bala, quien ya había realizado su efecto destructor, perdió la visión del ojo derecho y la audición.  

En el mundo un gran número de seres humanos caminan no con una bala en su cabeza, sino con un cúmulo de miedos, ansiedades, temores, perturbaciones, que están destruyendo su visión y audición espiritual.

No sea usted uno de ellos, responda a esta invitación:

“Venid a mi – JESUCRISTO -  todos los que estáis trabajados y cargados, y yo – JESUCRISTO -  os hará descansar”.      Mateo 11:28

No ignore más su condición; JESUCRISTO es el único que puede quitar todo lo que le atormenta si con sinceridad le acepta como su salvador en su corazón.

Hágalo hoy mismo.

DIOS le bendiga,

Rev. Joel Velásquez-Peralta

Pastor: Iglesia Bautista de Roosevelt