SUJETADO CON CUATROCIENTOS CLAVOS
Un hombre asaltó bruscamente
a una joven mujer, era su sexta víctima en dos meses. La mujer
gritó con toda la fuerza de sus pulmones, y cuatro carpinteros
que trabajaban en las cercanías acudieron para auxiliarla con
sus martillos. Agarraron al hombre, lo pusieron contra un
roble y comenzaron a clavarlo de la ropa. En un par de minutos
le incrustaron cuatrocientos clavos. Y así lo encontró la
policía.
Es interesante ver cómo el
ser humano se encuentra preso, inicialmente, de sus propias
maldades, preso por los clavos en su conciencia y
posteriormente preso por el efecto de sus actos.
Pero hay quien puede
libertarlo; JESUCRISTO, lea como lo expresa:
“El Espíritu
del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos… A
poner en libertad a los oprimidos” Lucas
4:18
No importa lo
que le tiene cautivo y oprimido, hay quien puede transformar
completamente su vida, ¡JESUCRISTO 21.3px;">
Acéptelo como
su Salvador y Señor de su vida y sea liberado para siempre.
DIOS le
bendiga
Rev. Joel
Velásquez Peralta
Pastor:
Iglesia Bautista de Roosevelt |