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Comentando la situación que prevalece hoy día en el
mundo, se encuentran dos grupos con visión diferente. Entre los
temas que se discuten están la economía, la recesión, el petróleo,
el precio de los alimentos, etc. A medida que progresa el
intercambio de ideas, se percibe la presencia de los enemigos de
la paz espiritual: preocupación, dudas, ansiedad, inseguridad y
angustia. ¿Qué hacer? Ven un futuro tormentoso, sin esperanza de
soluciones ni a corto ni a largo plazo.
Observe este otro grupo. Por la gracia de DIOS
pertenezco a este grupo. Los que pertenecemos a este grupo
tenemos a JESUCRISTO en nuestro corazón como Salvador
personal. Hablamos de los mismos temas del presente, pero no le
damos paso a los enemigos de la paz espiritual. Nuestra fe,
confianza, seguridad y esperanza están en JESUCRISTO, quien
nos sostiene y fortalece en todo momento.
Tenemos la Biblia, la Palabra de DIOS, “que
es verdad; vive y permanece para siempre”. Por medio de su
lectura y estudio recibimos la sabiduría que nos guía a distinguir
las cosas eternas de aquellas que son terrenales y temporales.
La oración, comunión y conversación con DIOS,
es parte muy importante en nuestra vida. Tenemos la certeza de
que DIOS nos escucha y que también nos responde.
Le rendimos alabanza y adoración al DIOS
vivo, único y verdadero DIOS. ¿Qué hace la diferencia
entre los grupos? Nuestra fe en JESUCRISTO. ¿A cuál grupo
pertenece usted? ¿Es JESUCRISTO su esperanza? ¿Tiene
usted la paz que JESUCRISTO ofrece? Acéptele en su corazón
como su Salvador personal. El será su esperanza y le dará paz a
su vida.
JESUCRISTO
dice: “La paz os dejo, mi paz os doy. Yo no os la doy como el
mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.
Juan 14:27
DIOS le bendiga,
Hna. Loida Hernández Ramos
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