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Este fue el anuncio que con entusiasmo dio en
un noticiero el encargado de los informes climatológicos.
Pero tras esta noticia también se pronosticaba que aún
tendrían tormentas de nieve, temperaturas bajas hasta de un
dígito; lo cual esperaban que conforme se restableciera y
afirmara la estación primaveral, disfrutarían del encanto de
los colores y las formas bellas y caprichosas de las flores,
transformando el ambiente en un aroma suave y delicado por el
perfume que despiden.
¿Sabe, amable lector, que también a su vida
puede llegar la primavera? No por una fecha específica ya
establecida, sino por su propia determinación al reconocer en
JESUCRISTO su salvador, quien únicamente puede hacerlo.
Lea atentamente:
“Será como árbol plantado
junto a corrientes de agua. Que da su fruto a su tiempo, y su
hoja no cae…”
Salmo 1:3
Permita a JESUCRISTO que transforme su
sequedad de amor en corrientes de agua; y la oscuridad de su
sendero, en el camino florido con su presencia. Haga que llegue
la primavera a su vida, acepte en su corazón a JESUCRISTO.
DIOS le bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt |