No
existía otra forma, era la única manera para salvarlos, pero
debería presentarse un voluntario que estuviera dispuesto no solo
a exponerse al peligro, sino a dar su vida si todo el proyecto
salvador fallaba.
Valía la pena, eran 33 vidas que por más de 65 días se encontraban
básicamente “sepultadas” a más de 650 metros de profundidad en una
de las minas de Chile. Ese voluntario debería bajar a esa caverna
y coordinar la salida a la superficie de la tierra de cada uno de
esos mineros. El voluntario apareció y realizó el proceso
rescatador.
Más de 2,000 años atrás, JESUS el HIJO de DIOS, se ofrecía
bajar a la tierra y dar su vida en rescate eterno para todo el
mundo. Lea con atención:
“Porque no envió DIOS a su HIJO al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por EL”
Juan 3:17
JESUCRISTO es el único que voluntariamente puede
sacarle de la profundidad del pecado, la maldad, el vicio y la
desesperación.
Acéptelo en cu corazón y permítale que le salve
eternamente; aproveche la amorosa oportunidad salvadora.
Acepte a JESUCRISTO hoy.
DIOS le Bendiga
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt |