LAS MANOS
Son un instrumento maravilloso y genial, diseño de Dios.
Con ellas se puede empuñar un hacha o un bisturí, pintar a
brochazos un gallinero o, con un delicado pincel, un cuadro
como “La Última Cena”.
Con las manos se puede proporcionar el puñetazo más violento
al enemigo, o la caricia más dulce al ser amado, como también
proveer el pan de la familia.
Hay en la historia universal otras manos que fueron
traspasadas para obtener la salvación de la humanidad entera,
manos benditas del divino Redentor, el Señor
Jesucristo. Sus manos fueron clavadas a la cruz del
Calvario, dando su vida por todo ser humano.
Lea con atención: “Y
cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado.
Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor” Juan 20:20
Fueron esas manos que soportaron el peso de los pecados del
mundo, es decir los suyos y los míos.
Permita que el toque de su mano, afirme su decisión al
reconocer en JESUCRISTO a
su salvador, quien escribirá su nombre en el Libro de la Vida.
DIOS le bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta.
Pastor: Iglesia bautista de Roosevelt
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