Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados
pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me
pastoreará. Salmo 23:1-2 |
Las expresiones más comunes en estos día son: “La
situación está malaEn mundo está en crisis”; ¿Cuándo
comenzaremos a ver el despunte económico?”. Lo cierto es que hay
pesimismo y desesperanza en nuestro pueblo. No se vislumbra una
pronta salida de la situación de “crisis” en que nos encontramos.
La fe que profesamos, sin embargo, nos afirma en la
certidumbre de que
Jehová es mi pastor; nada me faltará”.
Esta verdad tiene que creerse con mente y corazón y proclamarse
con nuestros labios. Tal vez los Salmos más sentidos y elocuentes
de David se inspiraron en momentos de “crisis” y desasosiego.
Gran parte del mensaje del apóstol Pablo se produjo desde la
soledad de la prisión y en un momento adverso y hostil.
El mensaje esperanzador del evangelio surge de una
cruz áspera y una tumba vacía. Este mensaje es de vida eterna en
un futuro cercano y de sostén y seguridad en el presente.
No se turbe nuestro corazón ni tenga miedo,
es el mensaje de esperanza para nuestros tiempos. Nuestro Dios
no es un Dios de “crisis”. Es un Dios de esperanza y de
victoria. Nuestra confianza y seguridad en El, nos hace más que
vencedores. Conviene recordar a cada momento las palabras del
salmista:
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
Tu hermano en Cristo,
Neftalí Rivera Nieves
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