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Era una carretera ondulada sobre la cima de una montaña en el país
de España, la lluvia había caído torrencialmente, y el auto de
Manuel Antonio caen en la profundidad de los hondos barrancos,
Manuel herido y aprisionado debajo del auto semisumergido en el
arroyuelo que pasaba en el fondo, por su mente pasaba como
permanecer vivo hasta que fuera rescatado.
Sabía que necesitaba agua y DIOS le había hecho caer en un arroyo,
con un esfuerzo sobre humano, hizo de su camiseta una especie de
compresa con lo que obtuvo el agua durante los tres peores días
antes de su rescate.
Debo de reconocer que nadie está libre de cualquier tragedia
emocional o familiar y la pregunta sería: ¿De dónde sacar agua
fresca espiritual para saciar la sed, reavivar la fe, fortalecer
el ánimo y alentar la esperanza? Hay una sola fuente, que es
Jesucristo
Lea con atención: «El que bebiera del agua que yo –JESUCRISTO- le
daré, NO volverá a tener sed jamás… Juan 4:14ª.
Aunque tengamos sólo un hilito de fe, aunque nuestra mente esté
abrumada de dudas, aunque pensemos que no le importamos a Dios, de
todos modos Dios le ama.
Crea y acepte a JESUCRISTO hoy mismo.
DIOS le bendiga
Rev. Joel Velásquez Peralta.
Pastor: Iglesia Bautista de Roosevelt.
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