La pequeña apenas tenía tres años.  Presentaba un caso muy difícil; era una infección desconocida que oprimía su corazón.  Los síntomas: deshidratación severa, pulso imperceptible, bajísima presión arterial y fiebre incontrolable.  La niña estaba en agonía.

La Dra. Contreras, pediatra, echó mano de todos sus conocimientos médicos, pero no había reacción; el corazón de la pequeña dejó de latir, y se escuchó:  -La niña ha muerto – a lo que la doctora contestó: - DIOS todavía puede intervenir -.  La Dra. Contreras echó mano de su fe y encerrándose en un cuarto contiguo al quirófano, oró intensamente.  Mientras oraba tocaron a la puerta y le dijeron: - La niña reaccionó -.  La doctora expresó: - DIOS hizo lo que yo no podía hacer -.

Cuando toda esperanza se ha esfumado o derrumbado, aún queda DIOS.

¡DIOS existe11.0pt;font-family:"Lucida Sans Unicode"">  Sigue siendo la base de fe y esperanza para el que en EL cree de todo corazón.