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Un hombre centroamericano de apellido Churunel, fue
cuestionado por un amigo que le dijo: ¿Por qué hablas tanto de
JESUCRISTO? Churunel había encontrado la paz de DIOS:
su vida licenciosa había sido transformada por JESUCRISTO,
y ahora no importaba dónde, cuándo o con quién, siempre hablaba de
ese milagro salvador de su vida.
A la insistente pregunta de su amigo, no emitió
palabra alguna, comenzó a recoger palitos y hojas secas, formó un
círculo, buscó hasta hallar un gusano, lo puso en el centro del
círculo y prendió fuego a las hojas y palitos que ardieron
rápidamente. El calor fue cercando al gusano. Este, desesperado,
puso en alto la cabeza para respirar. Churunel le extendió sus
dedos, el gusano se asió de ellos y lo sacó.
-Esto fue lo que JESUCRISTO hizo por mí-
habló Churunel. El salmista bíblico expresa:
“Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del
lodo cenagoso… Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a
nuestro DIOS”
Salmo 40: 2-3
JESUCRISTO
está muy cerca de usted, ¿por qué no extiende su mano? EL tomará
la suya y lo salvará. No espere ser consumido por el pecado, la
maldad, la indiferencia. Crea en JESUCRISTO y sea salvo
hoy mismo.
DIOS le bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt
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