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Una palabra que enmarca esperanza, seguridad,
firmeza, descanso y fidelidad, pero a la vez manifiesta
responsabilidad, esfuerzo, entrega y trabajo. No importa de qué
lado estemos, si el de esperar o el de cumplir, en ambas partes es
de suma importancia.
Hoy día estamos luchando por evitar llegar al
compromiso, ya sea en el orden social, cultural, económico,
afectivo y espiritual. Evadimos, hasta donde nos sea posible
“caer” en el compromiso con el fin de “ vivir” sin ataduras.
Amigo lector, permítame recordarle que existe
un compromiso muy serio el cual nadie, sí, nadie puede eludir:
el estar frente al Trono de Dios.
¿Se ha preparado usted para ese compromiso?
Hoy usted puede hacer la primera y muy
determinante diligencia, aceptando a JESUCRISTO como su
Salvador. Lea atentamente:
“Porque no envió DIOS a su HIJO al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por EL –
JESUCRISTO”.
Juan 3:17
Aproveche este momento y crea con todo su
corazón en JESUCRISTO como su Salvador; perdonará sus
pecados, transformará su vida y le garantiza salir triunfante
frente al Trono de DIOS.
Dios le Bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt
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