Fue una larga espera de cuatro años. Muchas
personas la sufren en el mundo y la mayoría de las veces, esa
espera se vuelve angustiosa y agónica.
Un hombre de 58 años fue quien esperó esos cuatro
años; pero, ¿qué esperaba?: un donante de corazón. Todos sabemos
que quien es esa clase de donante, tiene que morir. ¿Quién donó
el corazón? Una estudiante de enfermería de 22 años; la más
pequeña de seis hermanos, quien muere en un accidente
automovilístico. Esa joven era la hija de este hombre.
¡Qué ironías las de la vida y a la vez, qué cuadro
tan conmovedor Hoy el corazón de esta hija vive en el pecho de
su padre, como si el padre hubiese dicho: “Dame, hija mía, tu
corazón”.
¿Sabe que en la Biblia hay una petición similar,
pero no con ese propósito? Dice:
“Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por
mis caminos”
Proverbios 23:26
DIOS
en un Padre amoroso, tierno y sensible. Nada le hará más feliz
que tener la devoción y el amor de sus hijos, que un día creyeron
y aceptaron genuinamente a su Hijo JESUCRISTO como su
Salvador.
¿Por qué no le entrega su corazón a DIOS,
aceptando a JESUCRISTO hoy mismo? ¡Hágalo Es el primer
paso hacia una vida de amor, paz y felicidad.
DIOS le bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt
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