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Reflexiones Anteriores |
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Doce años de correr, de angustia, de
cambiar continuamente de domicilio, de nombre, de vivir oculta,
yendo de un país a otro. Hasta que un día esta mujer fugitiva
toma la determinación de parar, y entregarse a las autoridades.
Vivir con honestidad y honradamente
aunque pobre, es mil veces mejor que “vivir” huyendo como un
fugitivo, ya que es sabido que la vida de delitos nunca paga bien.
Hoy día hay miles de personas que como
esta mujer, viven huyendo por el mundo de la justicia de DIOS, por
culpa de su pecado y la mala manera de vivir,
¡Deténgase12.0pt;line-height:115%;font-family:Forte">:
“Si confesamos nuestros pecados, EL- JESUCRISTO- es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1Juan 1:9
No siga huyendo, tome la determinación
de entregarle su vida a JESUCRISTO como su salvador, EL perdonara
todos, sí, todos sus pecados, y le dará la paz que
su vida necesita. Permítale que con su amor transformador, haga
de usted una persona nueva.
Acepte a JESUCRISTO como su Salvador y
deje de huir.
DIOS le bendiga.
Rev. Joel Velásquez Peralta.
Pastor: Iglesia Bautista de Roosevelt.
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