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Reflexiones Anteriores |
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Fue
uno de los poblados del estado de Mississippi, donde cuatro
maleantes toman por asalto uno de los bancos del lugar. La
alarma del banco se activó en la policía y en un momento toda
la manzana donde estaba el banco fue rodeada por la policía.
Uno de los maleantes en su desesperación y deseando tener la
posibilidad de salir y huir, toma a uno de los rehenes, una mujer,
empleada, embarazada y madre de dos pequeños. Con un arma
apuntándole está el gerente del bando, quién al percatarse de la
acción, exclama: ¡Yo en su lugar, déjela libre
Han pasado muchos años que, no en un acto heroico, sino salvador,
JESUCRISTO se ofrece voluntariamente para morir y derramar
su sangre para limpiar de todo pecado y hacernos libres.
“Más El – JESUCRISTO – herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz
fue sobre EL…”
Isaías 53:5
JESUCRISTO tomó su lugar, ¿Qué hará usted? No lo rechace,
acepte su sacrificio, sea salvo y libre por siempre desde ahora.
Acéptelo en su corazón.
DIOS le bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt |