Esta fue la expresión valerosa y determinante en el
momento más crítico que enfrentaba, con la cabeza hacia abajo,
metida en un pozo de 12 pulgadas de diámetro a 25 pies de
profundidad; realizando el rescate de un pequeño de tres años, que
accidentalmente había caído en él.
Esta socorrista de apellido Rivera, era la
única esperanza de salvación para este niño; y ahora que lo tenía
en sus manos, “no lo soltaría por nada del mundo”.
Cientos de personas hay en nuestro mundo que,
como este pequeño, han caído en la trampa del vicio, drogadicción,
la soledad, el abandono, la depresión; cuya opresión es semejante
a un pozo, profundo y estrecho donde toda esperanza se desvanece.
Le tengo una maravillosa noticia: ¡Hay quien
lo puede sacar Y nunca lo soltará si le pide que lo haga. Es
JESUCRISTO. Lea atentamente:
“Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del
lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos”.
Salmo 40:2
¿Verdad que es una maravillosa noticia?
¡Acéptela Crea en JESUCRISTO como su salvador. El
jamás lo soltará.
DIOS le bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt
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