Nuestro mundo modernista y progresivo es
asombrante y cada día lo es más; pero nos ha privado de los
hermosos y estimulantes trinos de aves cantoras que por la
mañana y al atardecer invadían el ambiente con la multiforma
de sus trinos como el pitirre, los zorzales, los bolseros, los
serranos y otros más que vivían a la sombra de los árboles,
que cada día son más escasos en nuestra isla.
Esa sombra y ese abrigo daban a estos
indefensos y bellos cantores, la protección y seguridad que
necesitaban para vivir y así reproducirse.
En el ser humano está pasando lo mismo; está
carente de gozo, paz, seguridad y bienestar, y eso porque los
afanes de este mundo no le permiten reconocer que puede lograr
estas bendiciones si responde a la expresión del salmista que
dijo:
“El que habita al abrigo del
Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente”
Salmo 90:1
No continúe viviendo sin esta verdadera
bendición. JESUCRISTO se la puede otorgar permanente y
gratuita. Acuda y habite a Su abrigo y viva siempre bajo Su
sombra. Acéptele hoy como su personal salvador.
DIOS le bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt |