Cuantas veces usted ha pronunciado esta
frase, que declara que algo no hizo en el pasado y que
determina en este presente hacerlo, cumplirlo, ejecutarlo o
decidirlo.
Es una frase motivadora y determinante, que
en dos palabras declara la negación del fracaso y la aceptación de
un futuro mejor.
Todos los seres humanos nos hemos enfrentado
cada principio de un nuevo año, a declarar y proponernos
resoluciones que anhelamos alcanzar. No dudo que se hacen con
toda la intención de lograr cada una de ellas. Permítame hacerle
una pregunta de suma importancia: ¿Ha determinado creer en
JESUCRISTO como su salvador? Esta debe ser una resolución
importante para su vida; tiene proyección de vida eterna.
Acepte esta invitación: “Deje el impío su
camino, y el hombre inicuo sus pensamientos y vuélvase a JEHOVA,
el cual tendrá de él misericordia, y al DIOS nuestro, el cual será
amplio en perdonar”. Isaías 55:7
Ahora sí, usted puede ser salvo, perdonado y
feliz. Acepte a JESUCRISTO como su salvador y viva una
vida dichosa y segura.
DIOS le bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt
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