EL OFIBIO, EN CASA
Un niño de nueve años de edad y dueño de una pitón, jugando,
le ofreció su pierna para que el animal se enroscara. Y
la pitón lo hizo, pero también abrió la boca y comenzó a
tragarse el pie.
El muchacho grito, y sus padres llamaron a los bomberos para
liberarlo.
No necesariamente los pitones de Birmania, o de la India o del
Brasil son los únicos que atrapan al ser humano; también lo
hacen los vicios, pasiones, celos, odios y venganzas que son
boas constrictoras que de la peor forma aprisionan,
muerden, trituran y tragan.
¡Cuidado no permita que estén en su vida, porque esconden sus
fauces traicioneras.
Permítame presentarle quien puede llegar en su ayuda:
JESUCRISTO
Lea atentamente:
“Así que, si el HIJO – JESUCRISTO - os libertare, series
verdaderamente libres” Juan
8:36.
No importa que el vicio sea más fuerte que sus fuerzas;
JESUCRISTO es más fuerte que cualquier vicio, solo ÉL puede
librar, limpiar, sanar, transformar y dejarle completamente
libre..
Créalo, acéptelo en su corazón ahora mismo.
DIOS le bendiga.
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor: Iglesia Bautista de Roosevelt
|