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Tiene setenta años de edad, vecino de Londres,
Inglaterra; su nombre: Eric Lawles. Armó su detector de metales y
salió a su patio en busca de su viejo martillo que había perdido.
Buscó por todo el espacio y al final de su búsqueda, no lejos de
su casa, el detector comenzó a emitir sus señales. “Aquí está”,
se dijo, y principió a cavar. Su pala golpeó algo metálico; no
era su martillo. Era un cofre con un tesoro increíble: muchísimos
anillos, collares y brazaletes: así como más de dos mil monedas de
oro y plata. Su valor: ¡15 millones de dólares
¿Qué pasaría si usted se encontrara un tesoro
similar a este? Desgraciadamente esto no es común ni cotidiano.
Sin embargo, hay un tesoro mucho más valioso que, no solo usted,
sino todos los seres humanos deberían codiciar. Es la Santa
Biblia. Sí, la Biblia, que tal vez se está empolvando,
entre los anaqueles de su muy poca usaba biblioteca, o peor aún,
no recuerda dónde está, porque la ha perdido. Le invito a
buscarla como un tesoro. Lea lo que de ella se dice:
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os
parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan
testimonio de mí”
Juan 5:39
La Santa Biblia es el libro que al abrirlo y
leerlo, encontramos el tesoro más maravilloso: la declaración del
amor más sublime, poderoso y transformador que nos da DIOS
a través de JESUCRISTO.
Escudriñad las Escrituras, conozca a JESUCRISTO,
acéptelo como su salvador y disfrute de vida abundante y eterna.
¡Hágalo Busque ese tesoro, adquiéralo y léalo.
DIOS le bendiga,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt
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