Es un deseo urgente y general al ser testigos
de la manera en que nuestro planeta se destruye; de cómo los
conflictos interpersonales producen una catástrofe y la
inseguridad nos hace vivir “encarcelados” voluntariamente.
Hay un anhelo de disfrutar de esperanza,
tranquilidad y alegría en cada uno de los seres humanos que
poblamos este nuestro mundo.
Creo que esto es posible si primeramente se
realiza una transformación interior de mente y corazón en nosotros
mismos. Pero solos, nunca podremos; necesitamos de quien nos
conoce y nos formó para lograrlo, DIOS. Solo cuando
JESUCRISTO, su Hijo, entra en nuestro corazón, nuestro mundo
interior empieza a transformarse; la envidia se termina, el temor
se disipa, la seguridad se consolida y el resentimiento
desaparece.
Principie a transformar su mundo interior hoy
mismo, acepte esta invitación:
“Dame hijo mío tu corazón, y miren tus ojos por mis
caminos”
Proverbios 23:26
¿Qué espera? JESUCRISTO puede
transformar su vida y su mundo hoy. Acepte a JESUCRISTO
como su salvador.
Dios les Bendiga siempre,
Rev. Joel Velásquez Peralta
Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt |