El pueblo de Israel estaba en crisis espiritual.  Jerusalén, la capital religiosa del mundo, había sido destruida por los enemigos.  Para la reconstrucción física de Jerusalén hubo remedio; un gran número de buenos paisanos unieron sus fuerzas físicas, económicas y emocionales y el templo y los muros de defensa fueron reconstruidos.  Pero la crisis espiritual no se arreglaba con fuerza corporal, ni económica y mucho menos con emociones.

La crisis espiritual era la consecuencia de haberse alejado de lo que fue la base de su fundación como pueblo.  Se habían alejado de “Jehová de los ejércitos” que siempre les dio la victoria frente a los enemigos.  La crisis espiritual que viven los pueblos hoy día; ¿no es acaso consecuencia de haberse alejado de la ley de Dios?

¿Cómo podemos ayudar a la paz del mundo?  Dice la Biblia que “los que tenían comprensión y discernimiento” le hicieron frente a la crisis espiritual regresando a la ley de Dios.

¡Usted puede hacer lo mismo  Al regresar a la Palabra de Dios encontrará la promesa:

“Si se humillare mi pueblo y oraren y buscaren mi rostro y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”

II Crónicas 7:14

Si volvemos a la ley de Dios, cada uno de nosotros puede proyectar a los que nos rodean, la paz que se disfruta cuando somos fieles a la Palabra de Dios.  Use este recurso infalible para ayudar a que el mundo disfrute de paz.  De seguro que JESUCRISTO cumplirá su promesa: “Mi paz os dejo, mi paz os doy”.  El primer paso para ayudar a lograr la paz del mundo es recibir personalmente la paz prometida por JESUCRISTO.  Eso se logra solamente aceptándolo como Salvador.  Te invito a que des ese primer paso ahora.

Su hermana en Cristo

Esther Gely