Era una plaga de moscas grandes, verdes, molestosas.  Estaban atormentando a unos 100,000 habitantes de la ciudad de Paita, en Perú.  Era producto del montón de desperdicios de pescado que negligentemente, pescadores dejaban en la playa.

La mosca es el insecto más detestable, antipático y peligroso del mundo.  Está en todas partes, lo prueba todo, lo toca todo, ensucia y contamina todo.  Con gran razón se pone a la mosca como el símbolo del “pecado pequeño”; que se multiplica a gran velocidad y termina su obra contaminando, enfermando y matando.

Lea con atención lo que la Santa Biblia dice:

“Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable”

Eclesiastés 10:1

Tal como las moscas dañan todo lo que tocan; el agua, la leche, la sopa, el pan, etc., de igual manera aquellas pequeñas infracciones (pecados) que llamamos “debilidades”, son las que van contaminando nuestra vida y nuestro ser.

Frente a esta condición, bueno sería buscar ayuda, buscar la solución y esa solo se encontrará en JESUCRISTO.  Crea hoy mismo en quien puede librarle de esos “pecados pequeños”; en JESUCRISTO.  Acéptelo como su personal salvador y ¡sea salvo

DIOS le bendiga,

Rev. Joel Velásquez Peralta

Pastor de la Iglesia Bautista de Roosevelt